BÁRBARO YOU ARE NOT ALONE
No fui a aplaudirte cuando arrasaste en la 132a. edición del tradicional Derby de Kentucky, que abre la lucha por la famosa “Triple Corona”, no te grité de felicidad cuando pasaste la recta final, no troné los dedos y tampoco me sentí parte de triunfo porque quien te condujo fue un latinoamericano.
Pero ahora me duele tu dolor, pienso en tu pata herida y amenazada por un laminitis[1], que es un ultimátum con arrancar no sólo tu vida, sino con el corazón de todos los que amamos a los caballos y admiramos su nobleza.
Bárbaro, no sentirán tus crines otra vez el vértigo de una pista, ni el peso de una silla sobre tu lomo, pero no por ello dejaste todo esa tarde, ahora tu valor, tu espíritu lucha contra todo, contra la estadística y quieres otra vez devolvernos la alegría.
Hay dos preguntas que me gustaría hacerte: ¿Qué ha sido más duro para ti? ¿Ganar el Kentucky Derby por 6 cuerpos y ½ o el sobrevivir por ocho semanas mientras debes apoyar 600 kilos en tu pierna trasera derecha rota?
Yo sé que eres un potro ganador, afuera del óvalo, porque le ganas a la vida todos los días, dentro de el por dejar lo más valioso para cualquier atleta, uno de tus miembros.
Que no ganaras el Preakness, eso ya no es importante; ahora nos has ganado, a nosotros y para siempre.
[1] La laminitis es una enfermedad que afecta a los cascos de los caballos, y que se manifiesta como una putrefacción de las laminas que componen el casco, por una incorrecta irrigacion sanguinea. Puede presentar abcesos dentro del casco, y es muy doloroso para el animal.
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