Homenaje a Natividad
Es probable que el señor Vargas (Guillermo), aprovechara la cercanía de los carnavales para disfrazar de arte, el degradante espectáculo ofrecido en la Galería Códice, ubicado en Managua, Nicaragua.
El propósito de esta entidad, que me niego a reconocer como ser humano; según lo afirmó en unas declaraciones brindadas por Habacuc, en las que sostenía que su intención era dejar morir al perro de inanición.
Ahora bien, cabe preguntarse quienes son los responsables de que el grado de sevicia de Vargas, se haya desarrollado, al amparo de la indiferencia de quienes tuvieron conocimiento de esta situación durante las 72 horas de tortura a las que fue sometido el animal.
Hace un año, cuando Edilia nos explicaba el porque se calificaba como un delito el maltrato a los animales, no siendo ellos personas; hacía énfasis en el que el dogma axiológico de esta decisión se afianzaba en que tal comportamiento desdecía de nuestra condición de seres humanos.
Ahora bien, mi crítica no está dirigida únicamente hacia Vargas; sino a los que con impávida e insensible procesión, pasearon, rieron y alabaron la genial ocurrencia de Habacuc.
La dueña de la Galería, el curador, los asistentes…era un remedo de circo romano lo que pretendieron; no está demás señalar que si bien tenían aquellos hombres de la antigüedad éstas prácticas; no es menos cierto que las circunstancias que rodeaban aquellas caniculares masacres eran distintas a las de esta mal llamada modernidad.
Lo que han hecho es demostrar que cada día podemos dudar más de la condición de humanidad. Es hora de pensar si esa palabra es justa al designar a una especie que puede disfrutar, celebrar y llamar arte a dejar morir de hambre a un ser indefenso. A eso no se le puede llamar ARTE sino ASCO.
Y en cuanto a la frase final de Juanita Bermúdez, directora de Códice: “Celebro el que tantas personas en el nivel internacional se hayan mostrado molestas por las declaraciones brindadas por Habacuc, en las que sostenía que su intención era dejar morir al perro de inanición, lo que es de su absoluta responsabilidad. Al cumplir con informar la verdad de los hechos, espero que todas esas mismas personas hayan elevado también su voz de repudio cuando Natividad Canda fue devorado por los Rottweiler.” Debo informarte Juanita, lo siguiente:
Los seres humanos renunciamos a la venganza privada como forma de justicia con la Ley del Talión, como forma de delimitar el daño que causaba a la sociedad el desagravio sin frenos. Vale decir que este principio de la retribución nació aún antes de los procesos de codificación del Derecho, 1792 a.c. (A.C.; quiere decir Antes de Cristo, Juanita)
Te haría bien, Juanita, leer a Cesare Beccaria, quien a los 26 años fue uno de los más importantes inspiradores del movimiento de reforma del antiguo derecho penal continental, un derecho caracterizado en toda Europa por su extrema crueldad, por su arbitrariedad y su falta de racionalidad. Es también un pilar imprescindible para la comprensión de la vasta reforma ilustrada del siglo XVIII, inspirada en las ideas de autonomía, emancipación y lucha contra el despotismo. Es decir, ya antes de la Revolución Francesa, ya alertaba de los peligros y la injusticia contenida en la venganza.
Y por último Juanita, Guillermo, espectadores, preguntemonos, ¿somos humano?.
