martes, octubre 24, 2006

Romana ¿Y0?

¡Que somos Romanos!, por Zeus!, quize exclamar por Dios…, pero es que esté fanático se ha vuelto loco; yo emparamada, con una diez milésima parte de los miles de millones de litros que inundaron la ciudad convirtiendola en una ciénaga inhabitable. No me jodas, que me paré temprano para oir sandeces.

¿Romana yo?, recapacite y con un resoplido entrecortado volví a intentar entender que sí, que gracias a la dominación del imperio, de S.P.Q.R, yo he asistido a unos cuantos banquetes nupciales disfrutando hasta el hastío de las pantagruélicas tortas, unas más rudimentarias que otras, eso sí, pero simbólicas como todo lo que nos rodea.

Que el pan y las calorías a las que les huyo, fueron deleite y com-pan-ero de viaje de las legiones, de césar y de los republicanos tan desconfiados como yo de que un hombre se perpetue en el poder SÓLO.
En fin el concepto de romanitas, indica un principio de identidad y un valor determinante de universalidad, significa sentirse formando parte de una cultura, la europea, con valor universal…el primer paso globalizador a 2700 años de distancia…¿? Volvía a la realidad miré mi color de piel y justo antes de proferir un axioma racista, el director del debate aseguraba con su rostro cuasi-bárbaro: Los romanos no eran rubios como ustedes piensan, eran morenos, muy morenos…y yo…desee creerle, como creía en la inocencia, en la verdad y en la justicia