lunes, abril 09, 2007

Víctimas de las palabras


Me inspira nuevamente mi dilecto profesor de Constitucional. Hoy nos demostró –seguramente todos lo sabemos—cuan a menudo somos víctimas de las palabras…en ese momento mi atención se ausentó de la clase y comencé a pensar en palabras esclavizantes pero proveedoras de placer: amor, trabajo, cocina, vino…

Pero jamás imagine que –disculpen el lugar común—la realidad superara a la ficción y menos en tan corto tiempo. Copiaré una frase textual publicada en el diario Ultimas Noticias para que ustedes comprendan perfectamente a que me refiero.

TAMARA DUQUE

VICEMINISTRA DE INTERIOR Y JUSTICIA

"No podemos dar cifras sobre los accidentes y fallecidos porque eso generaría un caos, pero la Ley Seca y el uso de los alcoholímetros incidieron en la reducción de accidentes".

Entonces vamos con el asunto de cómo llegamos a ser víctimas de nuestras propias creaciones semióticas más aun cuando nos complicamos de manera tan … bizarra.

Veamos con detenimiento la oración:

“No podemos dar cifras sobre los accidentes y fallecidos porque eso generaría un caos…”

Con los conocimientos académicos que tengo en materia de comunicación, aún no puedo entender como las cifras pueden generar caos; salvo que estas sean funestas, aciagas, nefastas, infaustas, fatídicas, dolorosas o amargas.

Por ejemplo; cuando a usted que es tan asalariado como yo, le clonan la tarjeta; en ese caso conocer la cifra sustraída probablemente le genere un caos en sus finanzas domésticas.

También está el caso de que en un arranque de sinceridad su consorte se decida a decirle cuantas veces le ha sido infiel, sin omitir los pensamientos impuros que motiven un relajo sexual-afectivo—Urosa dixit--; la cifra en cuestión va a causar un caos en su matrimonio.

La cifra reflejada en la cuenta de su celular domiciliado a su tarjeta de crédito puede causar un caos; la del ABA, la de las veces que su hija virgen a tenido un novio al que besa “sólo con la boca cerrada”; esas cifras suelen causar diversos tipos de caos.

Ahora debemos analizar por completo la frase:

"No podemos dar cifras sobre los accidentes y fallecidos porque eso generaría un caos, pero la Ley Seca y el uso de los alcoholímetros incidieron en la reducción de accidentes".

He sido reiterativa por cuanto aún no entiendo como una cifra aparentemente positiva, según se desprende, colige, desgaja, presume, supone, conjetura de la segunda parte de la oración , conocida como subordinada; es decir:

“…pero la Ley Seca y el uso de los alcoholímetros incidieron en la reducción de accidentes”

¿Podría ocasionar un caos?


. Si alguien tiene un mejor ejemplo para adjetivar la manera de hacerse víctimas de las palabras; abierto está el debate.

PD: Favor traer material quirúrgico, pues en esta sala la dotación se agotó.

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